Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















lunes, 30 de abril de 2012

Presentación

En la mesa:
y yo 

Después la fiesta pasará al espacio El Generador (Equipo Para)
C/ clavel 10, Santa Cruz
con muestra de libros, porno barato y lo que surja
Ron Aldea y vino blanco para calentar

viernes, 27 de abril de 2012

Patéticos

 Ilustración: Robert Crumb

(...) a pocos escritores les gustan las obras de otros escritores. Sólo les gustan cuando están muertos, o si llevan mucho tiempo muertos. A los escritores sólo les gusta olisquear sus propios zurullos. Yo soy uno de ésos. A mí ni siquiera me gusta hablar con escritores, mirarles, o -peor todavía- escucharles. Y lo peor es beber con ellos; se babean de arriba abajo, son realmente patéticos, parece que anden buscando el ala protectora de su madre.
Prefiero pensar en la muerte que en escritores. 
Es mucho más agradable.
El capitán salió a comer y los marineros 
tomaron el barco (1998)
 

sábado, 21 de abril de 2012

Rumor de Porno Barato

Por aquí que sacan el Porno Barato del Zoo. Gracias, L
Desde Tenerife nos llega este mini-fanzine ideado y elaborado por Zoo Punto Cero, colectivo coordinado por JRamallo y formado por escritores y otras personas varias...
Rumor Vítreo Fanzines/ Cómics

jueves, 19 de abril de 2012

Argumentos en busca

Nunca me entrego al sueño sin pelea, siempre me resisto a dormir, a ese abandono de la conciencia. Me resisto porque siento que dormir es como dejar de ser.
*
Me encantan las banderas, sobre todo cuando arden, justo en ese momento en que descubrimos que están hechas de humo.
*
No es impreciso suponer que el realismo es un fruto del amor hacia la realidad: ¿y qué objeto existe más voluble e incierto que el amor?
*
El tirano y el cómico ejercen el mismo oficio, el humor, pero algo esencial los diferencia: el cómico hace reír a su público, mientras que el tirano se ríe de su público.

Argumentos en busca de autor
(La caja literaria, Ensayo, 2009)

miércoles, 18 de abril de 2012

Mueren las flores


Escribo cuando necesito acallar
la infamia, la muerte de las flores,
y no sé si pido la misericordia de la Virgen
o jugar al dominó con los demonios.

Todo se vacía y vuelve a llenar
y alguien canta en los sótanos
de un calabozo

ya nadie nos defiende del idioma
de la ciudad.

domingo, 15 de abril de 2012

Precisión, dominio, voz propia

En Praga donde vivió Kafka sólo 30.000 personas hablaban alemán. El alemán que se hablaba era un alemán básico con un vocabulario de unas 600 palabras. Kafka no necesitó más para iluminar recovecos del alma humana que hasta entonces nadie había notariado. Ramallo recuerda a Kafka en la precisión y economía narrativa, tampoco se anda con florituras que ensombrecen la acción. Eso ya es una garantía, pero además tiene un dominio que forzosamente registramos con deleite: no hay líneas ni palabras de más. (Lo que puede reputarse como talento). Vetas sin ganga que dirían los buscadores de materiales preciosos. Los marcos para la acción son los suficientes y necesarios: una zona alta, un tranvía, un cementerio, un recorrido en Z y un barranco (un paréntesis), que sirven para delimitar esa extraña medida que redondea una obra. Hay un momento en que la libertad creativa se ha solventado casi matemáticamente. Ocurre cuando el instinto manda y acierta. Esa es la garra del escritor, saber contar, encuadrar y dirigir perfectamente lo que cuenta. Dueño de una enorme capacidad narrativa, incluso las noticias, sucesos o comunicaciones que festonean la narración, están escritos de forma quirúrgica, por teletipo y con densidad; una forma estricta y personal de escribir, lo que ya demostró en Ensalada de canónigos, virtudes que no ha puesto al servicio de modas o ambientes.
El no busca modelos o plantillas en o sobre los que encuadrar historias, los aclamados géneros, y el propósito artesanal. Él va por libre, porque es plenamente consciente del poder de su voz. Donde marca las mayores diferencias Ramallo es en que su voz, tanto cuando habla o cuando calla (el alto nivel literario de lo sustraído para puntear resonancias, insinuaciones, significación…), apela a un sujeto que está ahí con plena entidad literaria y vital, absolutamente inmediato y en toda su hondura, cuya respiración, como las voces que le atosigan, hasta podemos escuchar. Nada más lejano a las construcciones, no existen rastro de andamios, restos, sobras.
La literatura acecha en otros lugares, en entradas, videos o imágenes, como en las palabras, aparezcan donde aparezcan, de eso se nutre hoy.
Su desparpajo, la noria de sus representaciones underground un tanto tardías, me hacían dudar de él, incluso hojee el libro sin comprarlo, hasta que otro día ya lo adquirí para leerlo. Dos veces.
Ramallo será mejor escritor cuando prescinda por completo del Realismo, a pesar de escribir bajo esa militancia absolutamente innecesaria, que logra no le arruine la novela, que ya es mucho, nada debe a ese género. Ramallo tiene una voz (e imaginería) propia, aunque viva de hecho en comunidad y en supuestos negocios raros. Algo, voz, pálpito… que se nota por muy presente. Como lo que pasa de muchas cosas, de todo lo adventicio a la literatura: crítica social, local, de costumbres... El monstruo, que a sí se llama él, se mueve en registros más ricos y personales, sutiles, conceptuales y existenciales. Con otra mirada.
reseña a cargo del escritor
José María Lizundia

jueves, 12 de abril de 2012

Síndrome de la banda iliotibial izquierda

Perdido y sin olvido, soy hombre-elefante de rostro antigriego y vulcanizada saliva. Mirada lejana, conjuntivitis, perdido en gotas de lluvia, en un punteo de guitarra.
La mala nueva se suscribe, se subraya y autotilda. Rejonean las parejas y acicalan niños insane.
04:05, sueño y acidez,otra vez, leí perder la vida en un parque infantil.
Efecto secundario la muerte, causas misantrópicas, algodones de azúcar con sabor a alcohol.
Jugo de naranja y producción de matutina mierda. Soy siervo de automatismos y esquivo pincel, como la Luna otro lunático, melancólico resucitado.

miércoles, 11 de abril de 2012

Envío

Para los interesados en adquirir tanto
Cucarachas con Chanel
, como Ensalada de Canónigos,
y que por otros medios no hayan podido, dirigirse a:
zoo.0@hotmail.es
Envíos a todas partes del mundo

domingo, 8 de abril de 2012

Rabiosa libertad creativa

Supe de “Ensalada de canónigos”, el primer libro de JRamallo, gracias a Antonio Jiménez Paz, que se tomó con especial empeño que algunos escritores lo leyéramos. En la lectura aquella encontré, en efecto, inusuales destellos de un talento que he deseado que se refrende en nuevos libros. Con “Cucarachas con Chanel” ese talento se confirma.

No resulta difícil encontrar un buen número de referencias útiles a la hora de aprehender de qué está hecho “Cucarachas con Chanel”. Realismo sucio. Autoficción. Fragmentación al estilo de las últimas tendencias, con Internet como inspiración.

Pero lo verdaderamente impagable del libro de JRamallo es que transmite una rabiosa libertad creativa, y, también, el grado de verdad con que expresa esa libertad. Personalmente, creo que es el ingrediente de autoficción, de tensión entre personaje y autor (del modo en que sucede en "La conjura de los necios", por poner un ejemplo, entre Ignatius J. Reilly y Kenendy Tool), el que marca la diferencia, confiriéndole la suficiente encarnadura. En cuanto a su estimulante apariencia de ejercicio de libertad creativa, “Cucarachas con Chanel” me recordó gratamente algunos de los más delirantes libros de Richard Brautigan, uno de los escritores más radicalmente libres en su escritura, al menos que yo haya leído. Así, pues, encuentro que el libro de JRamallo está trazado de algunos buenos ejemplos de literatura a contracorriente. Un tipo de literatura que, a pesar de su querencia marginal, suele atesorar un cierto éxito de público y, con un poco de fortuna, encaramarse a la categoría de canon, o al menos influir desde los márgenes sobre el canon establecido (Bukowski, Boris Vian).
Además, “Cucarachas con Chanel” tiene el mérito añadido de colarse en uno de los principales debates literarios de estos últimos tiempos, el que enfrenta las formas clásicas de la novela con nuevos dispositivos (fragmentarios) inspirados por la dislocación –y dispersión y dinamismo— que se aprecia al afrontar la lectura de las diversas propuestas textuales que ha propiciado Internet. En este sentido, resulta interesante contraponer “Cucarachas con chanel” a la primera novela de Vicente Luis Mora, “Alba Cromm”, para comprender que “Cucarachas con Chanel” resulta aún menos clásica que ésta en la estructura –esto es, más radical en lo fragmentario—; o situarla, si no, ante el libro “Alma”, de Javier Moreno, todo un referente de la fragmentación hispana presente, para comprender que la radicalidad fragmentaria de Javier Moreno se encuentra en un extremo último, extremado, en grado de experimentación, que en absoluto pretende alcanzar JRamallo en “Cucarachas con Chanel”.

No es de extrañar. Toda obra que se encuentre bien pergeñada acaba remitiendo, incluso sin pretenderlo, otro montón de buena literatura.

El talento de JRamallo –porque sólo el talento lo hubiese conseguido— hace que todo ello resulte nuevo, encarnado, verdadero, digno de análisis, una lectura estimulante.
Cucarachas con Chanel, JRamallo
(Colección G21, Ediciones Aguere-Idea, Tenerife, 2012)

reseña a cargo del escritor:
Nicolás Melini
(blog: Sugherir)

martes, 3 de abril de 2012

Explosión literaria

Carta de Cipriano sobre Cucarachas con Chanel
Tras una semana de silencio, donde todo fue apagón y oscuridad, en la mañana de hoy esperaba bajo mi puerta un sobre de luz. Cipriano, que había dejado de llamarme, como evaporación de la palabra en el tiempo, dejaba por escrito algo que hoy reproduzco:
Querido Yeray:
He tardado en avisarte. Te pido disculpas. A partir de ahora solo nos vamos a poder comunicar por carta. Entiendo que esta ntoicia te pueda chocar, pero he tenido que marchar. Sin embargo, creo que eres un perfecto hilo conductor para que mis visiones acerca de la literatura lleguen al resto. Hay un libro que está comenzando a circular por el mercado editorial que me ha llamado mucho la atención, Cucarachas con Chanel se titula y es la primera obra extensa de JRamallo.
Debo reconocer que las primeras cuarenta páginas me dejaron totalmente en fuera de juego, desconcertado, sin saber realmente hacia dónde se dirigía el autor. Sin embargo, el resto de la novela considero que es una explosión literaria, llena de imágenes negras, sucias, de retratos perfectos de la sociedad. Rachel, la cuentista, lo define en la página 137 a la perfección: “Realismo sucio y crónica actual”. La novela, alterando personas, espacios, tiempos, con una narración a veces mordida, alzando la voz hasta el insulto, suavizándola por momentos, volviendo a retomar la voz alta, introduciéndose en la sociedad actual de manera perfecta, es un cúmulo muy interesante de ese realismo oscuro que vive en las alcantarillas y que todos preferimos no mirar. Gabriel, protagonista de la historia, se introduce en el paradigma de las altas y de las bajas esferas, lo que hace que JRamallo sea capaz de trazar la línea paralela que une todos los códigos que se viven en el interior de la ciudad, lo que hace que el lector devore la narración subido en un tren de velocidad, en un visto y no visto.
Sin duda, la apuesta que el autor hace en Cucarachas con chanel es arriesgada, pero el autor ha tenido plena conciencia y ha sabido hacer coincidir perfectamente cada elemento narrativo, pese a los cambios de personas y sobresaltos en la narración. La vista que el transeúnte aparta se torna en literatura de mano de las andanzas de un muy bien retratado Gabriel, que hace todo lo que no quiere, que vive una vida que no quiere, que mantiene las relaciones sexuales que no quiere y que, en definitiva, hasta mirándose al espejo es quien no quiere ser. Gabriel se encuentra sumido en una realidad del estrés diario, en una realidad en la que solo lo material lo salva.
Cucarachas con Chanel, el Realismo.0 como el mismo autor señala en el libro, es un realismo de lo negro, de las alcantarillas, de la intrahistoria de la ciudad. Es, en definitiva, una apuesta arriesgada; una apuesta que deja desconcertado al principio pero que luego toma una fuerza descomunal. Una fuerza que hace que debamos estar muy atentos a las futuras creaciones del autor.
Un abrazo, Cipriano.
*Articulo publicado en el suplemento cultural
del Diario de Avisos, El Perseguidor
Yeray Barroso

domingo, 1 de abril de 2012

Los babiecas de Isaac

(...) El hombre es una unidad y se le conoce por cualquiera de sus muchas manifestaciones. Si no sabes apreciar la calidad de una buena pasta dentífrica, tampoco podrás hacerlo con un buen poema. No, es imposible, la razón es incontrovertible y fundamental. Aquello de margaritas y cerdos. Pero yo también fabrico mis margaritas y habrá cerdos que ni siquiera se aproximen...
(...) -Esos pobres babiecas que se ponen por encima porque precisamente tienen ideas limitadas. Será delicioso volar alto sobre ellos y, con cuidado, defecarles encima... Pero no, olvidemos venganzas, es indigno. No nos dejemos llevar por viejos rencores. Sí, olvidarlos, matarlos en nuestra memoria.
Conjuro en Ijuana (1981)
Isaac de Vega