Ellos
¿Qué es la felicidad?
La ausencia de miedo
lunes, 31 de enero de 2011
Oro, incienso y cáncer.
Hijo mio, tengo ganas de que salgas de este cáncer que te esta matando, coge todas mis joyas,el dinero del banco y esta caja de metal con todos nuestros ahorros. Vete a ver al cura y da todo para que le hagan una manta con oros a nuestra virgen y así te tenga en bien y te cure.
¿Hay alguien ahí?
Ensalada de canónigos
J Ramallo
Este es el primer libro publicado por JRamallo. Y espero que no sea el último. Ni que sea el mejor. Porque lo va a tener difícil. A mi estos relatos me han gustado.
Me han parecido buenos porque son sencillos, porque sencillamente cuentan cosas y no tienen la pretensión de ahogarnos en un exceso de frases ingeniosa, imágenes sorprendentes, juegos de palabra y todo eso que mucha gente cree que es la literatura. Literatura, para mí, es contar cosas, y luego contarlas bien. En realidad mi concepto de literatura cambia con cada libro que me gusta y se reafirma con cada libro que no me gusta. Este me ha gustado y por eso ahora pienso que literatura es contar cosas. Sin más.
Ramallo es chicharrero, es decir de Tenerife. Pero su estilo está contaminado de muchas de mis lecturas. Yo he querido percibir en sus relatos aromas de Raymond Carver, y la libertad de contar de Henry Miller. He captado admiración por Kafka y por Faulkner. No quiero mencionar a Bukowsky porque es un lugar común. En cuanto uno se aparta un poco del estilo estandarizado ya lo comparan con Bukowsky, pero no se parecen, salvo en que B. también se limitaba a contar y punto.
Hay relatos que son, apenas, fotografías, diría yo, por ejemplo “Almuerzo emigrado” o “Hasta la próxima”. Otros los he catalogado como relatos de “qué hago yo aquí”: “Ensalada de canónigos” , “Perros sueltos” porque tratan de un personaje que se pregunta precisamente eso, mientras oyen hablar a su pareja. Los hay de familia, diría que con evidente rechazo: “La ciudad esta noche”, “Líneas verdes”. Luego están los de tipo “yo soy escritor”, un personaje que es o fue escritor y habla de sus experiencias: “Marroquinería”, “Pescado fresco”.
Destacaría sobre todos los demás dos: “Extraño dinosaurio”, uno de esos que apenas es una fotografía, pero que me resultó ingenioso: el dinosaurio aludido es el de Monterroso. Supongo que lo que me gustó principalmente de este relato es que descubrí la relación. Es el primero y creo que acierta siéndolo. Y el otro que me parece un tremendo relato es el de “Vidente hambriento”, que me convendría releer después de revisar a Kafka, en particular “La Metamorfosis” y “El artista del hambre”, que creo que son sus dos principales referencias.
El último relato: “El recogedor de cadáveres”, no sé, me recordó a Isaac de Vega en lo indefinido, y el monólogo. Que por cierto, Vega podría recordar a Beckett por lo mismo. No estaría mal que hubiera sido así y que Ramallo, tuviera como referencia a uno de los autores más peculiares de estas islas, para mi gusto.
J Ramallo
Este es el primer libro publicado por JRamallo. Y espero que no sea el último. Ni que sea el mejor. Porque lo va a tener difícil. A mi estos relatos me han gustado.
Me han parecido buenos porque son sencillos, porque sencillamente cuentan cosas y no tienen la pretensión de ahogarnos en un exceso de frases ingeniosa, imágenes sorprendentes, juegos de palabra y todo eso que mucha gente cree que es la literatura. Literatura, para mí, es contar cosas, y luego contarlas bien. En realidad mi concepto de literatura cambia con cada libro que me gusta y se reafirma con cada libro que no me gusta. Este me ha gustado y por eso ahora pienso que literatura es contar cosas. Sin más.
Ramallo es chicharrero, es decir de Tenerife. Pero su estilo está contaminado de muchas de mis lecturas. Yo he querido percibir en sus relatos aromas de Raymond Carver, y la libertad de contar de Henry Miller. He captado admiración por Kafka y por Faulkner. No quiero mencionar a Bukowsky porque es un lugar común. En cuanto uno se aparta un poco del estilo estandarizado ya lo comparan con Bukowsky, pero no se parecen, salvo en que B. también se limitaba a contar y punto.
Hay relatos que son, apenas, fotografías, diría yo, por ejemplo “Almuerzo emigrado” o “Hasta la próxima”. Otros los he catalogado como relatos de “qué hago yo aquí”: “Ensalada de canónigos” , “Perros sueltos” porque tratan de un personaje que se pregunta precisamente eso, mientras oyen hablar a su pareja. Los hay de familia, diría que con evidente rechazo: “La ciudad esta noche”, “Líneas verdes”. Luego están los de tipo “yo soy escritor”, un personaje que es o fue escritor y habla de sus experiencias: “Marroquinería”, “Pescado fresco”.
Destacaría sobre todos los demás dos: “Extraño dinosaurio”, uno de esos que apenas es una fotografía, pero que me resultó ingenioso: el dinosaurio aludido es el de Monterroso. Supongo que lo que me gustó principalmente de este relato es que descubrí la relación. Es el primero y creo que acierta siéndolo. Y el otro que me parece un tremendo relato es el de “Vidente hambriento”, que me convendría releer después de revisar a Kafka, en particular “La Metamorfosis” y “El artista del hambre”, que creo que son sus dos principales referencias.
El último relato: “El recogedor de cadáveres”, no sé, me recordó a Isaac de Vega en lo indefinido, y el monólogo. Que por cierto, Vega podría recordar a Beckett por lo mismo. No estaría mal que hubiera sido así y que Ramallo, tuviera como referencia a uno de los autores más peculiares de estas islas, para mi gusto.
rperez

viernes, 28 de enero de 2011
Epitafio.0
Se abre el telón y se ve un mundo perfecto, se cierra el telón.
¿Cómo se titula la obra? " Un mundo sin humanos".
and the winner is...
... el Zoo, que ha participado con los siguientes textos en el concurso de microrrelato del periódico digital canarias social. Ganador: Venganza oculta, El Bisturí.
Vuelo (Morgantani)
Cansada y sin bragas bajo del vuelo, solo ida. Apenas me he enterado, dejar atrás el exceso de equipaje relaja tanto que quedas agotada y feliz.
Una primera mirada con la luna en el Caribe apacible y estática. Se suicida la noche en una vorágine de acciones, taxi, sms, tiro el móvil y al hotel. Reflexiono con un poco de música, el mini bar y una brisa de mar que refresca la hirviente ciudad... tengo miedo y dudas, pero me tenía que ir ya o morir lentamente en vida.
Van pasando unos cinco meses sin llegar a poder diferenciar un día de otro. Se suceden mañanas de turista, tardes escribiendo y noches de sexo visceral, mucho "Black pene Split con mulato cunnilingus aderezado con White por el ano", todo es inundado por el alcohol, por el tabaco y la necesidad de olvidar. Atrás he dejado el lastre, un marido de raza superior, que el tiempo ha convertido en gordo e idiota superior y unas hijas financiadas, diplomadas y remasterizadas que convierten sus deudas y problemas en mi principal sentido de la vida.
Todo se acaba en esta vida y ahora es el vil metal. Hoy es una de esas repetidas mañanas de resaca, con una llamada internacional y llegada a Tenerife sur. Entro por la puerta y empiezo a mentir: lo siento, me equivoqué, no voy a cambiar y en cuanto pueda desapareceré.
Venganza oculta (El bisturí, ganador)
La esperaba. Llegado el momento y cuando únicamente la luna ofrecía algo de luz en la noche profunda, ella, de aspecto frágil y enfermizo, se adentró despreocupada en el oscuro y estrecho callejón. Mientras, él permanecía oculto sosteniendo un cuchillo. De pronto, la sorprendió de súbito, presionándole la garganta con la hoja del puñal. Con agresivos susurros, derramaba en sus oídos palabras amenazantes. Por supuesto, ella cedió a sus órdenes casi sin oponerse, quedando tendida en el suelo mientras él le desgarraba frenético la ropa. Apenas hubo asimilado la situación y ya había sido penetrada. Una terrible y a la vez extraña sensación de impotencia y satisfacción recorrió su cuerpo. Se quedó inmóvil. De algún modo, él no esperaba tal reacción. Se suponía que debía de haber algún tipo de resistencia. Pero no. Ella permaneció así hasta el final, sin oponerse. Y una vez satisfechos sus complejos y macabras inseguridades, se marchó, abandonándola en el suelo del callejón. Finalmente y tras perderlo de vista, se incorpora, dañada pero complacida por la involuntariedad de su venganza, pues él desconocía que ella estaba infectada por una grave enfermedad, contagiosa y mortal.
Vuelo (Morgantani)
Cansada y sin bragas bajo del vuelo, solo ida. Apenas me he enterado, dejar atrás el exceso de equipaje relaja tanto que quedas agotada y feliz.
Una primera mirada con la luna en el Caribe apacible y estática. Se suicida la noche en una vorágine de acciones, taxi, sms, tiro el móvil y al hotel. Reflexiono con un poco de música, el mini bar y una brisa de mar que refresca la hirviente ciudad... tengo miedo y dudas, pero me tenía que ir ya o morir lentamente en vida.
Van pasando unos cinco meses sin llegar a poder diferenciar un día de otro. Se suceden mañanas de turista, tardes escribiendo y noches de sexo visceral, mucho "Black pene Split con mulato cunnilingus aderezado con White por el ano", todo es inundado por el alcohol, por el tabaco y la necesidad de olvidar. Atrás he dejado el lastre, un marido de raza superior, que el tiempo ha convertido en gordo e idiota superior y unas hijas financiadas, diplomadas y remasterizadas que convierten sus deudas y problemas en mi principal sentido de la vida.
Todo se acaba en esta vida y ahora es el vil metal. Hoy es una de esas repetidas mañanas de resaca, con una llamada internacional y llegada a Tenerife sur. Entro por la puerta y empiezo a mentir: lo siento, me equivoqué, no voy a cambiar y en cuanto pueda desapareceré.
Venganza oculta (El bisturí, ganador)
La esperaba. Llegado el momento y cuando únicamente la luna ofrecía algo de luz en la noche profunda, ella, de aspecto frágil y enfermizo, se adentró despreocupada en el oscuro y estrecho callejón. Mientras, él permanecía oculto sosteniendo un cuchillo. De pronto, la sorprendió de súbito, presionándole la garganta con la hoja del puñal. Con agresivos susurros, derramaba en sus oídos palabras amenazantes. Por supuesto, ella cedió a sus órdenes casi sin oponerse, quedando tendida en el suelo mientras él le desgarraba frenético la ropa. Apenas hubo asimilado la situación y ya había sido penetrada. Una terrible y a la vez extraña sensación de impotencia y satisfacción recorrió su cuerpo. Se quedó inmóvil. De algún modo, él no esperaba tal reacción. Se suponía que debía de haber algún tipo de resistencia. Pero no. Ella permaneció así hasta el final, sin oponerse. Y una vez satisfechos sus complejos y macabras inseguridades, se marchó, abandonándola en el suelo del callejón. Finalmente y tras perderlo de vista, se incorpora, dañada pero complacida por la involuntariedad de su venganza, pues él desconocía que ella estaba infectada por una grave enfermedad, contagiosa y mortal.
jueves, 27 de enero de 2011
La ensalada debocaenboca

Acá le decimos las tres C: coger, comer, cagar. En España no sé cómo se dirá. Follar me suena a película porno. A cumshot. Oh Yeah! A mí también me gusta que un perro sentado en el inodoro sea sólo eso. Aceto balsámico. Palomas. Cagada de palomas. Sangre. Tostadas. Nike de suela naranja. basura. Neon. Cerveza. Lagartijas. Ansiolíticos. Cocaína. Televisores encendidos, apagados. La mierda sobrevolando todo. El horror de lo cotidiano. La locura.
Desesperación. Una silla de ruedas que pisa mierda de perro. La mierda no trae suerte, es una mierda. Los residuos. Basura familiar. Chicos que hacen barbaridades. Asco. Vomitamos conejitos de algodón. La violencia enmascarada. Una felatio de compromiso. O dos, o tres. Miseria cotidiana, urbana, moderna. Miseria que duerme la siesta en el sillón. Que se esconde debajo de la mesa. Detrás del horno o la heladera. En el botiquín del baño al lado del Clonazepam. Debajo de la alfombra y detrás las cortinas. Cirugías estéticas. Cucarachas. Pelo sucio, grasiento. Pollas que buscan agujeros. Pescaderías. Gotas de sudor. Coca-Cola. Tetas enormes. La soledad. La lluvia mojándolo todo. El aire frío en la cara. La vuelta al mundo en 10×19. El de los mapamundi y el otro. El mundo de los demás y mi mundo. En Buenos Aires, en Tenerife o en Kamtchatka.
Todavía no sé lo que es un canónigo
Mi ensalada viajera (debocaenboca)
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