La camisa del uniforme escolar por fuera del sucio pantalón rematado por múltiples parches, las ligas de los tenis sueltas, negras. En la plaza sus amigos corren y gritan mientras juegan al fútbol, él no, él escupe a una paloma que hay muerta sobre un pequeño jardín lateral. "Mira, está muerta, jeje, muerta", le dice a un viejo que pasa a su lado y que apoya la mano sobre su cabeza:"sí, está muerta"...
Éste niño tiene seis años, y mientras escupe sobre la paloma muerta, ríe con carcajada segura, consciente, le divierte de veras ver a ése animal allí, muerto, le divierte poder escupirle como despedida.
Ahora su padre que toma una cerveza en una terraza de la plaza lo ve, se levanta pesadamente y se acerca hasta él: "¿Qué pasa Marcos?, ¿Qué haces?", le dice mientras apura un cigarro y mira el culo de una morenita que psa a su lado. "¡Mira Papá qué asco!, está muerta ¡ahgg!", y escupe de nuevo. El padre tira el cigarro al suelo y lo pisa, acaricia con desgana la cara de Marcos con una mano que huele a tabaco y cansancio: "Si cariño, qué asco... venga, vámonos..."
Mientras caminan,el niño gira la cabeza varias veces, el padre no... y la paloma desde su otro mundo, se sacude la saliva deseando que, niño y padre dejen de sentir asco y dejen de escupirle a la muerte.
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