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sábado, 26 de julio de 2008

Dos niños argentinos asesinan a un bebé "con placer"


Esta noticia es del jueves 22 de mayo y fue publicada en el diario El País. A través del título podéis acceder a la misma -para los más torpes-.Yo me imagino a los dos niños de siete y nueve años sintiendo ese placer que evoca el titular. Intento imaginar sus caras -me invento unas caras claro, porque en el periódico no salen fotos de los niños-, con sonrisas burlonas y ojos entornados mientras machacan la cabeza de la niña de 2 años con palos, y las babas cayéndoles por la comisura de los labios cuando la colgaron como póster en la pared.Joder!, no soy un experto, nunca he matado a nadie, pero lo he pensado muchas veces mientras observaba diferentes comportamientos entre mis conciudadanos, los cruceños (de momento los llamaré así). Me han dado ganas de matar al cabronazo que aparca su coche muy caro en medio del paso de peatones, justo cerrando la opción que tienen sillas de ruedas, carritos de bebés vivos, y minusvalías en general; que luego llega con su puro -el cabronazo-, o con su móvil, como si no hubiera pasado nada mientras el minusválido o la madre de turno se las ven canutas... también ganas cuando veo a otro que al pasar al lado de un negro o tiznado o amarillo, se cuadra, fuerza un choque con el hombro, busca razones físicas para la pelea, para el escarnio, para desatar su miserable racismo que muchos llaman de andar por casa para quitarle importancia. Andarán ellos así por su casa!, yo no. Los mataría, si pudiese, en ese mismo momento los mataría, les cortaría el cuello y me babearía con toda seguridad, pero soy un cobarde y, sólo lo pienso...Qué dura va a ser la vida ahora para esos dos niños asesinos. Siendo tan pequeños y quedándoles -en principio- tanta vida, no van a ser ya capaces de encontrar otro placer parecido al ya disfrutado. Qué vida tan triste!, no habrá religión ni sexo que cubra sus expectativas placenteras. Con sinceridad, siento pena por ellos. La niña murió, su madre -por lo visto- llevaba muerta en vida muchos años y se olvidará pronto pero, y esos angelitos exterminadores, qué será de ellos?!...Quizá en un rato me ponga a imaginar de nuevo. Quizá en un rato me babee yo y entorne los ojos, pero sólo soy un cobarde, así que nunca disfrutaré como lo han hecho ellos, mis queridos niños.

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