... el Zoo, que ha participado con los siguientes textos en el concurso de microrrelato del periódico digital canarias social. Ganador: Venganza oculta, El Bisturí.
Vuelo (Morgantani)
Cansada y sin bragas bajo del vuelo, solo ida. Apenas me he enterado, dejar atrás el exceso de equipaje relaja tanto que quedas agotada y feliz.
Una primera mirada con la luna en el Caribe apacible y estática. Se suicida la noche en una vorágine de acciones, taxi, sms, tiro el móvil y al hotel. Reflexiono con un poco de música, el mini bar y una brisa de mar que refresca la hirviente ciudad... tengo miedo y dudas, pero me tenía que ir ya o morir lentamente en vida.
Van pasando unos cinco meses sin llegar a poder diferenciar un día de otro. Se suceden mañanas de turista, tardes escribiendo y noches de sexo visceral, mucho "Black pene Split con mulato cunnilingus aderezado con White por el ano", todo es inundado por el alcohol, por el tabaco y la necesidad de olvidar. Atrás he dejado el lastre, un marido de raza superior, que el tiempo ha convertido en gordo e idiota superior y unas hijas financiadas, diplomadas y remasterizadas que convierten sus deudas y problemas en mi principal sentido de la vida.
Todo se acaba en esta vida y ahora es el vil metal. Hoy es una de esas repetidas mañanas de resaca, con una llamada internacional y llegada a Tenerife sur. Entro por la puerta y empiezo a mentir: lo siento, me equivoqué, no voy a cambiar y en cuanto pueda desapareceré.
Venganza oculta (El bisturí, ganador)
La esperaba. Llegado el momento y cuando únicamente la luna ofrecía algo de luz en la noche profunda, ella, de aspecto frágil y enfermizo, se adentró despreocupada en el oscuro y estrecho callejón. Mientras, él permanecía oculto sosteniendo un cuchillo. De pronto, la sorprendió de súbito, presionándole la garganta con la hoja del puñal. Con agresivos susurros, derramaba en sus oídos palabras amenazantes. Por supuesto, ella cedió a sus órdenes casi sin oponerse, quedando tendida en el suelo mientras él le desgarraba frenético la ropa. Apenas hubo asimilado la situación y ya había sido penetrada. Una terrible y a la vez extraña sensación de impotencia y satisfacción recorrió su cuerpo. Se quedó inmóvil. De algún modo, él no esperaba tal reacción. Se suponía que debía de haber algún tipo de resistencia. Pero no. Ella permaneció así hasta el final, sin oponerse. Y una vez satisfechos sus complejos y macabras inseguridades, se marchó, abandonándola en el suelo del callejón. Finalmente y tras perderlo de vista, se incorpora, dañada pero complacida por la involuntariedad de su venganza, pues él desconocía que ella estaba infectada por una grave enfermedad, contagiosa y mortal.
5 comentarios:
por casualidad lei tu relato con esta canción de fondo sonando en el spotify (que no lo incluiste en la maraña de redes sociales).
esque esa cancion le venía al pelo de banda sonora:
http://www.youtube.com/watch?v=_CF7sER73TY
No polarnporn, esta familia no usa spotify, aún.
Sin duda "Vuelo" merecía el primer premio. Volar siempre se lo merece.
Muy profundo el análisis crítico del estimado anónimo. Muchas gracias por iluminarnos con tu prodigiosa sabiduría.
Yo estoy con usted, señor anónimo. Espero verle en la próxima cumbre del día del síndrome Yorkshire.
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