La madre se ha terminado su mitad del bocadillo y la asiática apenas lo ha tocado, sólo puede tocar al niño:
-¿No tienes hambre? ¿No te lo vas a comer? Es que para que se quede ahí... -dice la madre y agarra la mitad del bocadillo del plato de la chica. Se lleva bocadillo y servilleta a la boca, unidos por la grasa.
Me parece ver sonreír a la asiática, pero no estoy seguro.
Hasta la próxima (Ensalada de canónigos)
3 comentarios:
¿Vas a sacar otro libro?
Hola DellaCroce.
El libro ya está escrito y enviado, así que espero verlo publicado en unos meses.
Gracias por el interés y por pasarte por aquí.
De nada, me gusta cómo escribes. Estaré atenta.
Publicar un comentario