Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















miércoles, 9 de marzo de 2011

35

Ibrahim grita en la plaza, voz ronca, borracha, chaqueta militar, hoy también se enfada:

-Cabrones, hijos de puta, qué, eh, qué… buenos días, papi, ¿todo bien?... sí, yo bien, tranquilo, bien… mierda, putas, cabrones…

Las mismas falda amarilla y rebeca azul paseando junto al barranco, piel seca sobre las tibias, hoy también habla sola:

-Mi madre decía que era pecado querer más a los animales que a los humanos, pero yo quise mucho a mi Panchito, y lloré tanto cuando a los dos años se murió, tanto… no se aclimató, el pobre, se me subía aquí y yo le decía: quítame los piojitos, quítame los piojitos, y él me los quitaba… Panchito, mi tití, me lo regaló mi tío el mercante…

Un editor me contesta que tengo el humor torcido, y le respondo sin saber qué decir a eso. Tartamudeo dos líneas y envío.

Junto a Chéjov mi padre me mira, escritorio Mikael de Ikea, así que le pregunto:

-A mí me gusta tu humor –me contesta.

Me quedo mucho más tranquilo, últimamente sólo hago caso a los muertos.

Foto: JRamallo

4 comentarios:

José dijo...

A veces, tocas la fibras. Pero ciertas cosas no te dan derecho a otras, y mucho menos, son una excusa.

Riforfo Rex dijo...

Esto que haces, en una mayor extensión para que de tiempo a la mente a aclimatarse, podría causar una curiosa impresión mental al lector. Así, en corto, ya da buenas sensaciones. Pero la brevedad es concesión contemporánea que acaba debilitando la mente ya bastante acosada por los medios de disfunción masiva.
(o tal vez es sólo que estoy harto de leer insulseces por todas partes)

Pepe/ JRamallo dijo...

Esta conversación daría para mucho, Riforfo, pero aquí intentaré ser escueto.
Esto que hago es una cuestión de estilo. En literatura no me importan el tamaño ni las explicaciones, sólo quiero mostrar. Si la mente no se aclimata a la primera, tiene la opción de obligar a su dueño a que lea de nuevo. Por otro lado, tampoco el blog ofrece un formato bueno para textos largos, pero ya te digo que para mí largo es casi todo, porque yo también estoy harto de encontrar libros llenos de paja y más paja, páginas que sobran una detrás de otra. Libros que encantan en el mundo entero. Sobran letras en cada línea, y eso me pone muy nervioso.
No creo que la brevedad en sí misma debilite, sino el trabajo que hay detrás, es decir, si tu preocupación es escribir rápido para que te vean rápido: mierda.
A mí me puede salir mierda, por supuesto, pero te aseguro que tardo mucho en dejar ver mi brevedad.
Tus opiniones son siempre interesantes, Riforfo.

Anónimo dijo...

35 qué... ¿35 qué de qué?