Ya ha pasado un año. Ese día, mi nariz sangraba en una pelea perdida antes de su inicio. Corrí como el cobarde que no desea morir inútilmente (todavía no), al ver ese torrente de cálido plasma que se deslizaba caudaloso por mi cara hasta reposar en mi boca, para después ser expulsado con rabia. Toda esa maldita sangre esputada de furia impotente que acababa por teñir el agua de lluvia que caía. Y sí joder, sí, como un cobarde que hoy sigue aquí, recordando su heroísmo mal entendido.
Hoy también está lloviendo. Pero enseguida el aguacero se disipa y la gente se reagrupa. Cautela exige mi cerebro. A mí alrededor vibra un carnaval de disfraces y representaciones. Todos bailan, ardientes, con sus pies junto a los míos, húmedos en alcohol, agua sucia y orina. La noche se desvanece. La música deja de sonar y mientras, las calles se abandonan con desdén. Mi nariz terminó intacta. Y me marcho, dejando atrás el hechizo de la lujuria. Mi matrimonio es ahora la cautela.
6 comentarios:
Esto cada vez es más endogámico, el zoo.0... siempre los mismos. En fin, saludos desde la escalera, a pesar de todo, te leemos.
E.E.
¿Endogámicos? Que yo sepa, ninguno de nosotros tiene sangre azul. Somos animales del zoo con virtudes de animales, pero cada uno en su hábitad.
Espero que mantengas esa buena costumbre.
Saludos.
Hosmán
Ah, perdón, Hosmán... un error. Nosotros leemos a Ramallo. Desde la ESCALERA leemos a Ramallo nada más, nos interesa mucho y nos atre el nombre que le ha puesto al blog, a pesar de todo. Bueno, espero que no te lo tomes a mal. Y sí, nosotros en nuestro hábitat, como siempre.
Saludos.
E.E
Disculpa, E.E., pero no soy bueno con los acertijos. ¿Qué significa "nos interesa mucho"?
Un placer que me leas.
Ningún problema, todo lo contrario.
Saludos E.E.
Pues eso, Ramallo, que, mientras barremos la escalera y demás, pues buscamos lecturas que nos interesen, ni más, ni menos.
E.E
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