fríamente ve
por dónde tomar la senda
y anochece, y se acuesta
y se levanta
y mea,
y duerme otro poco
y fuma el cigarro
de las tres y media,
y entre humo y humo
espera
y mientras
se va calentando
la frialdad y
le da un puntapié al orinal
y padece de insomnio,
y según dijo el médico
acusa un fuerte dolor de vientre,
y muere, según la esquela.
5 comentarios:
Recuerda a Bukowski. Pero Buk recuerda a Kerouac, y Ginsberg y, sobre todo, a Burroughs en Yonqui. Tal vez un poco degradado de aquel espíritu creativo que tenían los beat
El perfil de este poema parece que dibujara una bella dama con gran sombrero, abrigo de pieles y largo traje, como de aquellas dulces parisinas en la época gloriosa del absenta. Ja ja. Sin duda, el lado más vitalista del poema.
Hola Ramón, una alegre sorpresa leerte por aquí
Queda muy bien en este caso cómo colocaste los versos, y el título que le pusiste. Gracias, amigo. Hasta me parece bueno a mí también visto aquí. Dependen dónde estén las cosas, pierden o ganan valor. A ver si le hacemos uno a la nieve, y nos quedamos con sus bienes.
Me alegra leerte por aquí, y me alegra que te guste, ésa era la intención. Un abrazo, Jesús.
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