Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















domingo, 18 de mayo de 2008

Antón Chéjov

(...) Exceptuando a dos o tres autores ya mayores, toda la literatura actual no me parece literatura, sino una especie de industria artesanal que sólo existe para que se jalee, aunque la gente se resiste a usar sus productos. Ni siquiera las mejores de esas creaciones artesanales pueden calificarse de excelentes ni elogiarse con sinceridad sin ponerles algún reparo, y lo mismo cabe decir de todas las novedades literarias que he leído en los últimos diez o quince años: no hay ninguna que sea magnífica, que pueda elogiarse sin un pero. En una se advierte inteligencia y buen gusto, pero no talento; en otra, talento y buen gusto, pero no inteligencia; en una tercera, por último, talento e inteligencia, pero no buen gusto (...) No recuerdo una sola obra nueva en la que el autor, desde la primera página, no trate de enredarse en toda clase de convencionalismos y de hacer concesiones a su propia conciencia. Uno tiene miedo de hablar del cuerpo desnudo, otro se ha atado de pies y manos al análisis psicológico, un tercero necesita "una actitud afectuosa con el ser humano", un cuarto llena intencionadamente páginas y páginas con descripciones de la naturaleza para que no le acusen de tendencioso... Uno quiere aparecer en sus obras como representante de la clase media; otro, como aristócrata, etcétera. Ideas preconcebidas, cautela, segundas intenciones, pero ninguna libertad ni valor para escribir como querrían y, en consecuencia, ninguna creatividad.
Una historia aburrida (1889)
Antón Chéjov

1 comentario:

Ana J. dijo...

No dejas títere con cabeza!!!
¿De verdad que no has encontrado ni uno sólo?
Qué depresión!