Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















viernes, 29 de febrero de 2008

Galdós

[...] Podría decirse que la sociedad llega a un punto de su camino en que se ve rodeada de ingentes rocas que le cierran el paso. Diversas grietas se abren en la dura y pavorosa peña, indicándonos senderos o salidas que tal vez nos conduzcan a regiones depejadas (...) Contábamos, sin duda, los incansables viajeros con que una voz sobrenatural nos dijera desde lo alto: por aquí se va, y nada más que por aquí. Pero la voz sobrenatural no hiere aún nuestros oídos y los más sabios de entre nosotros se enredan en interminables controversias sobre cual pueda o deba ser la hendidura o pasadizo por el cual podremos salir de este hoyo pantanoso en que nos revolvemos y asfixiamos. Algunos, que intrépidos se lanzan por tal o cual angostura, vuelven con las manos en la cabeza, diciendo que no han visto más que tinieblas y enmarañadas zarzas que estorban el paso; otros quieren abrirlo a pico, con paciente labor, o quebrantar la piedra con la acción física de substancias destructoras; y todos, en fin, nos lamentamos, con discorde vocerío, de haber venido a parar a este recodo, del cual no vemos manera de salir, aunque la habrá seguramente, porque allí hemos de quedarnos hasta el fin de los siglos [...]
Fragmento del Discurso leído por Benito Pérez Galdós ante la Real Academia Española

jueves, 28 de febrero de 2008

Caminar

Contengo la respiración e intento pensar en otra cosa. Camino rápido, el sudor me ayuda a no recordar, a no evocar lo perdido, lo que se escapó; me lava la cara. Mi corazón se acelera, voy en la dirección correcta, lo siento, ahora lo siento. Llego a mi destino y paro ante una puerta grande de hierro, no tengo miedo, sólo rabia. Al entrar alguien me saluda, su cara me resulta conocida pero no lo suficiente. Quizá la conocí en el pasado, quizá el presente la trajo hasta mí, hoy mismo, pero no me importa. Ya sólo pienso en el futuro.

lunes, 25 de febrero de 2008

Diletante

Toma té y lee. En el libro una cita que lo pone en alerta, saca su bolígrafo barato y subraya: "Victor Hugo decía algo así como que la revolución es pasar de la representación a la verdad, digamos que es tirar el caparazón con el que te adornas y mostrarte con orgullo; convertir en explícita tu fragilidad, sacar a la luz el rencor de quien se ha quedado atrás o abajo, hacer aparecer la violencia latente". Otro sorbito de té y la violencia latente dando vueltas alrededor del calor que le baja por la garganta.
Basil mira a su alrededor intentado destripar en poco tiempo todas las realidades que se juntan en el bar: sola, cuarenta años, zumo de fresa y naranja, pelo sucio y mal cuidado, divorciada con miedo al desconocido, no mira de frente, perrita a la que han maltratado. Rubio alto guapo y seguro de sí mismo, traje gris corbata vino. La camisa por dentro del pantalón, cinturón en su sitio y toquecito al móvil que no vibra, rápido, mecánico, así es él, un triunfador mecanizado, una pieza más de la cinta transportadora pero: “una pieza importante”, se dice por las mañanas cuando se mira al espejo.
Violencia latente, una revolución es un retorno de lo postizo a lo real. Basil tiene todo en orden sobre la mesa: la taza de té a la izquierda arriba, bocadillo a la derecha, libro, gafas y gorra izquierda abajo, bolígrafo barato de publicidad y servilleta arrugada y medio sucia derecha abajo. Todo según su orden. El camarero llega y con rapidez de camarero que acaba su turno, le quita la taza de té casi terminada y la servilleta que debía permanecer con él hasta el final de la visita al bar: violencia latente, Victor Hugo, y la perrita que no deja de mirar al triunfador: Je!, buena pareja para escribir algo, piensa Basil mientras se lamenta de que el camarero rápido y puntual le haya jodido el ratito. Basil se levanta y pide la cuenta, no le gusta que se la lleven a la mesa, paga y hoy no deja propina, el camarero ya se fue, se llevó la culpa y también su gratitud.

Antes de salir mira desde la puerta el cielo, hay nubes de lluvia y debe elegir entre gafas de sol o gorra. Aprieta fuerte el libro con la mano izquierda y la gorra con la derecha, algunas gotas mojan los cristales oscuros. Desde que descubrió lo bien que le sienta el té a su gaseoso estómago, se ha hecho un bebedor empedernido, un ilustre diletante.

sábado, 16 de febrero de 2008

Artista

Nacho es artista. Con sólo 29 añitos ya es actor y escritor, y en un círculo no tan pequeño como creeis, es muy reconocido su trabajo; escaso, pero de calidad.
Nacho nachete lleva barba de semana y media todo el año, recortada con cuidado y quizás teñida, pero bueno, esto no es relevante, ¿o es que acaso la belleza se encuentra reñida con el talento?
Ignacio es un hombre de proyectos, siempre anda metido en alguna cosa nueva: obra de teatro, relato corto, poesía, videoarte, publicidad... es increible la energía que tiene y desprende este chico. Por esta razón dos veces por semana asiste a clases de joga y pilates. Se lo paga su madre para que le ayude con el estrés que soporta. La tensión del creador.
Nacho nachete tiene un blog donde muestra su lado más íntimo, su verdadero yo. De inicio una foto suya con sincera cara de enfado, se le cree contrariado. El mundo le parece una mierda; él es un artista atormentado, de los de verdad, y está muy enfadado con la mediocridad que le rodea.
Nacho se dice bisexual pero de los tradicionales. No le gusta la promiscuidad, los juguetes sexuales, y poco los hombres... pero hasta que esté seguro de si chicha o limonada, "¿Yo? Bi, claro, como los griegos..."

Nachete llega hoy tarde a casa, ha tenido un día duro entre clases de escritura creativa y ensayo en la asociación de vecinos. Suelta el portátil Mac y se dirige a la cocina. Mientras traga el caldito que su madre le ha dejado preparado, piensa en lo bien que dormirá, se encuentra cansado. Mañana otro gran día le espera, sólo debe tener la barba bien recortada y el talento teñido.

viernes, 1 de febrero de 2008

Con la iglesia....


Con la iglesia hemos topado.... de nuevo. Recordándonos otros tiempos donde el gris era tonalidad predominante, donde la moral, la libertad de expresión, el arte y -por descontado-, el futuro de cada individuo, eran manejados con mano católica derecha y firme, vuelven. Vuelve la iglesia, esa que nunca se fue, esa que amparada en su mejor momento económico en este país (no hay que olvidar que cada español quiera o no los subvenciona con parte de sus impuestos ahora más que antes), aún, quiere más, quiere un pasado glorioso que temen no recuperar nunca. Nos ve la iglesia -quizá- demasiado libres, alegres, creativos... y claro, esto no puede ser, el sufrimiento ha de seguir siendo la razón de nuestra existencia, nuestro sufrimiento claro, porque a Camino se le ve una cara redonda, brillante y roja, que recuerda a cualquier viva la vida de taberna -o pub-, que espera a que llegue su amante adolescente. Pero por dios!! qué digo, blasfemia, seré condenado y quizá, umm!! azotado por Camino o Rouco, umm!!, vale la pena arriesgarse. Miedo, mucho miedo tiene nuestro clero, pobrecitos, lo pasan tan mal. Por eso hacen campaña, sin dar nombres de preferidos pero dejando que las viejas gaviotas del PP caguen y se dejen ver a su alrededor, y que las nuevas y jóvenes melenas -flequillos aznarianos- centro derechonas, abracen una bandera y una cruz utilizadas hasta el asco... ... asco, asco, asco.... una y otra vez en mi cabeza y estómago.Pues eso, que cada cual vote lo que crea conveniente, y Dios nos proteja a todos....