Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















miércoles, 21 de septiembre de 2011

Me volví estúpido



(...) Decidí guardar todo cuando empecé a ver la luz, cuando centré mis opciones de futuro en un trabajo y una pareja. Salí de aquella maldita situación yo solo. Ni psiquiatras, ni psicólogos; nada. Quité del medio todo lo que creí perturbador y me puse un objetivo. La vida no eran todas aquellas pajas mentales. No era Rimbaud y su infierno, o Faulkner y su furia, siquiera Poe o Shakespeare. La vida no podía ser un día sí y otro también sentirme mal, triste, depresivo. En aquella época yo quería ser diferente, no uno más, no un cualquiera, quería ser poeta, escritor, quería hacer lo que hizo Faulkner, meterme en el pellejo de un subnormal y hablar desde allí, desde dentro de un tarado. Había perdido mucho tiempo y todo mi dinero. Fue hace unos ocho, quizás nueve años. Salí de aquello con trabajo y cabezazos en la pared. Estaba arruinado pero quería ser escritor, no uno más, no un cualquiera; quería escribir una novela... pero en realidad sólo era un gilipollas, un imbécil, un idiota que no tenía donde caerse muerto.

(...)

¡Vaya!, esto sí que no lo recordaba, no creía haber tenido un diario, pero aquí pone "Diario de un estepario":

4/2/98

"Me duele la cabeza, el estómago, y mi credibilidad lo que más... repito una y otra vez como canción mi teoría acerca de que todo individuo debe creerse, pero me sigo topando con días como hoy, en que me resulta muy difícil mantener mi propia credibilidad. Días como hoy, en que dudo de mis razones, de mis avances... Bajo ninguna circunstancia quiero parecer un charlatán, ni siquiera nombro la posibilidad de serlo, eso sería el fin. Pero a menudo me encuentro ante monólogos que, aunque bien intencionados, no dejan de ser mero artificio, envoltorio de lo que soy".

Nunca confié en la gente que escribía diarios, me parecían tontos que perdían el tiempo. que no tenían nada más importante que hacer. Si quieres escribir algo, tus sentimientos, tus deseos, inquietudes, escribe historias universales y vuélcalo todo ahí, me decía. Eso pensaba, eso creo recordar que pensaba, pero aquí está la prueba de que de veras me volví estúpido.

Marroquinería


lunes, 19 de septiembre de 2011

Paredes huecas


Vuelos presentes de golondrinas y cuervos;
avaricia que corroe entrañas
despreciando la historia.
Ciudad con alma destripada
y prostituidad identidad
donde el respeto se desmorona
en un olvido derrumbado
cuál balcón de los Estébanez.

Deambulan sombras tristes
de carruajes en la Herradores.
Notoriedad deformada de la Carrera
con solemne homenaje de obispo.
Eco de cenizas en la memoria
añejas de tea gruesa de un Zalazar en llamas.
Escombros traicionados de la antigua Recoba
que sufren añoranza de dignidad sentimental.

Cinco difuntos siglos en paredes huecas
donde los más viejos te recordarán altiva
como ejemplo, hermosa
mientras el aire frío de verano
baja de las cumbres
echándote de menos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El Negro


Estoy enroscado en la cama. Sueño que estoy enroscado en la cama. Fumando en la cama. A un lado el último número del Hola. Al otro lado, una botella de ron barato apoyada sobre un libro abierto de Bukowski. Sueño que alguien que soy yo pero no soy yo, porque no tiene cara de gilipollas, arranca el libro de debajo de la botella y se entera de que las cosas no están muy bien últimamente. Y ni siquiera puedo pensar que tengo un sitio en que refugiarme, porque las habitaciones donde vivo no son mías. Últimamente había recibido varias llamadas del abogado de mi ex mujer instándome a abandonar el piso. Le cuelgo siempre al hijoputa. Ni siquiera le pregunto que a dónde quiere que me vaya. El dinero que gano lo gasto en beber, coca y comida basura. Y a Canarias no puedo volver. Allí ya saben que fui un pájaro de cuentas. No puedo volver, por lo menos si no acierto una bonoloto y me instalo entre los pájaros de cuentas. La parada de los taxis que van a Canarias está vacía. Otro que no soy yo pero soy yo, lee al pobre Bukowski. El tipo cuenta que está pinchado, acuchillado, bombardeado. Lo acompaño en el sentimiento. Yo también estoy pinchado, acuchillado, troceado y bombardeado. Suena el teléfono. No me molesto en despertar e ir a descolgarlo. Presiento que es ese hijo de puta de abogado de mi ex. La vida es sueño. Sigo soñando. Rayo sin luz, pájaro sin matiz, pez sin escama y caballo desbocado en el confuso laberinto.
El Negro (colección Zigurat,
ateneo obrero de Gijón, 2000)
Jesús Castellano

lunes, 12 de septiembre de 2011

American way of life


(...) -Prométeme una cosa.

-Claro que sí.
-Que nunca tratarás a nuestro hijo como tu padre te trató a ti.
-Fue un buen padre, bruto pero bueno.
-Una vez te dio una azotaina con una paleta de albañil. Me lo contó tu hermana Stella.
-Me lo merecía. Vendí una hormigonera de su propiedad y me compré una bicicleta.
-Ya no se pega a los niños. Ha quedado descartado. Ahora se les niegan privilegios. (...)

(...)Y era el perfume del incienso, el crujido de los bancos y reclinatorios, los haces de luz que se filtraban por los vitrales, la tibieza del agua bendita, la risa de las velas, el impresionante transporte a la antigüedad, la pasmosa percatación de que antes que yo habían estado allí infinitos millones de personas, y se habían ido, y de que después de mí llegarían y se irían muchos más millones, durante un millón de mañanas. Estos pensamientos tenía yo sentado junto a mi mujer. Estos pensamientos más la creciente convicción de que me había equivocado, de que no era fácil volver a la religión de siempre, de que la Iglesia no había cambiado pero yo sí. Y los años de incredulidad me había cubierto como una montaña de arena. No era fácil volver a la superficie. No era fácil emitir una débil llamada y creer que se me oía. Estaba sentado junto a ella y sabía que iba a ser muy difícil. Es más, sabía que iba a ser casi imposible. (...)

Llenos de Vida
John Fante

miércoles, 7 de septiembre de 2011

A sangre fría


(...)
-Siempre pensaba en papá, deseando que se me llevara y me acuerdo como si fuera ahora del día en que le volví a ver. En el patio del colegio. Fue como cuando la maza de béisbol pega de lleno en la pelota. Como Di Maggio. Sólo que papá no quiso ayudarme. Me dijo que me portara bien, me abrazó y se fue. No mucho después mi madre me puso en un orfelinato católico. Aquel en que las Negras Viudas me estaban siempre encima. Me pegaban. Porque mojaba la cama. Esta es una de las razones de que no pueda ver a las monjas. Ni a Dios. Ni a la religión. Pero luego descubrí que había aún gente más perversa. porque un par de meses después, me echaron del orfelinato y ella (su madre) me puso en un sitio peor: un asilo de niños de la Salvation Army. Me odiaban también. Por mojar la cama. y por ser medio indio. Había una asistente que me llamaba negro y decía que no había ninguna diferencia entre negros e indios. ¡Oh, Cristo! ¡Qué infame sinvergüenza era! El mismo diablo en carne y hueso. Lo que hacía era meterme en una bañera llena de agua helada, me metía dentro y me tenía agarrado hasta que me ponía azul de ahogado. Pero la descubrieron, a la sinvergüenza, porque cogí una pulmonía. Por poco la diño. estuve en el hospital dos meses. Fue cuando estaba tan enfermo que papá volvió. Cuando me puse bien, se me llevó con él.
A sangre fría (1966)
Truman capote


sábado, 3 de septiembre de 2011

Fight Club

"Lo que posees, acabará poseyéndote..."
"Negar a Dios será la única forma de salvar el mundo"
"Toda convicción es una carcel"
"El progreso es una idea moderna, es decir, una idea falsa"
"¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?"
Nihilismo
(...)


jueves, 1 de septiembre de 2011

Viaje a la luna

Basado en hechos reales…


Escríbeme. Págate una y seguimos.
La flaca se toca la nariz pero no tengo perico, no consumo; lo tengo más complicado. En esta ciudad se puede ligar sin coca, pero es más difícil, tienes que usar la inteligencia y... es más difícil. A un empericado no le importa su inteligencia, lo que quiere es seguir, no parar, mirar desde arriba cómo se caen otros, resistir hasta el final. Los feos detestan el síndrome de abstinencia. Los medios pollos se compran de noche, barnizados en sudor de discoteca.

Bajo de la tarima.

Necesito sentirlos más cerca, desde arriba no es lo mismo. El sexo se huele mejor desde abajo, desde el perineo. Bailo y me veo grotesco, otro payaso más en un circo sin animales. Yo también sé bailar como ellos, pero no me sale, ahora no. La colilla que mira mi pie izquierdo es bizca, y ese clavo no me da miedo porque Jesucristo se meó en la cruz antes de morir, como yo antes de dormir.

Toros negros sobre rojo y amarillo en las televisiones. En los días y las semanas: Nacionaldeportistas. Polis culo mono escoltando a políticos señores, manga larga y caspa en las cejas. Gente importante que siempre huele bien por fuera, pero por dentro apesta, calzoncillos Klein sucios. Cuerpos que expulsan olor a mar y campo de golf; a colonia Ralph Lauren y desodorante de barra Old Spice: buenas y respetables personas. Maridos que visitan putas y esposas con vibradores de última generación, inteligentes, como los móviles. Todos olímpicos. Todos reciclando y usando maquillaje de doble capa. Todos jodidos con el corazón roto... los miro y me duele el estómago por los gases y el asco.

Mi abuela está en un geriátrico porque la mitad de la familia piensa que tiene Alzheimer, y la otra mitad, demencia. Unos decían que se olvidaba de echar sal a la comida, y otros que no apagaba el fuego al terminar. ¿Respeto? ¿Deuda? Sólo palabras. Yo creo que está donde está por su lucidez, porque es capaz de decir lo que quiere a la cara, sin cobardía, sin el miedo que te meten en el cerebro cuando naces y te quitas cuando estás a punto de morir. Tus palabras duelen, abuela, por eso te encierran.

Luna llena y un muerto.

Cojo el taxi y digo al tanatorio. El tipo comienza su monólogo...- ¿Malas noticias, amigo? Así es la vida, no se queda nadie, todos nos vamos, aquí no dejamos nada. Vi una vez por la tele que el fulano aquél, Armstrong ¿sabes?, cuando desde allá arriba vio la tierra, dijo: ¿ahí es donde vivimos? ¿En esa bola estamos todos encerrados?... y cuando bajó lo metieron en un manicomio una temporada porque se quedó loco, el colega no se lo creía... Tengo un amigo que dice, ¿sabes lo que dice?: si lo sé no vengo… Todos somos iguales, un inglés, un francés, tú, yo, todos iguales. Vas a un hotel a París, a Roma, a Madrid ¿y qué quieres? Comer, follar, dormir, cagar y volver a comer. Somos todos iguales y te vas con lo puesto. Tu cerebro manda. Él te dice come, y tú comes. Él te dice más mariguana, y a seguir fumando. Él te dice coca, y a mandarte las rayas que sean. En realidad tú no controlas nada, todo lo hace tu cerebro por ti... suerte amigo, y buenas noches.

Luna llena y seiscientas palabras en el ¿relato?

Escucho a Nina Simone cantar My Way y bebo vino blanco. Si me tomara en serio el mundo, me ahorcaría, pero escondí bien la soga, Hitchcock, así que espera un poco más por mí, este crimen, será perfecto.

Te quiero, Nina. Siempre me haces llorar de triste alegría.
Te quiero, abuela. Nos veremos en la luna.



Relato publicado el 14/ 08/ 2011

periódio Diario de Avisos

JRamallo