Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















domingo, 27 de noviembre de 2011

Un mundo de tentaciones

Prendido
a tu botella vacía,
esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.
apretando los dedos, agarrándole, dándole mi vida,
a ese para-avalanchas
cuando era niño,
y conocí el estadio azteca,
me quedé duro, me aplastó ver al gigante,
de grande me volvió a pasar lo mismo,
pero ya estaba duro mucho antes...
dicen que hay,
dicen que hay,
un mundo de tentaciones,
también hay caramelos
con forma de corazones...
dicen que hay,
bueno, malo,
dicen que hay mas o menos,
dicen que hay algo que tener,
y no muchos tenemos...
y no muchos tenemos...
prendido,
a tu botella vacía,
esa que antes, siempre tuvo gusto a nada.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Existen demasiados nombres para todo:

explicaciones, definiciones, comillas.

No queda espacio entre tanta piedra;

no hay caras en estos espejos.

Sólo flashes,

carne que viene y va,

pies vestidos que huyen

de la temida desnudez.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Los Santos Inocentes

Han ganado Los Santos Inocentes.
Ni bien ni mal, sólo eso.
Un camino, una línea recta y un Dios, el suyo.
Y en la calle carrozas con policías guardan el silencio, aseguran la higiene.
Han ganado Los Santos Inocentes.
Ni bien ni mal.
Ni más, ni menos.


viernes, 18 de noviembre de 2011

In Culto


No tengo ni idea de lo que es la cultura, de qué lenguaje utiliza si es que lo tiene, de si puedo o no puedo hablarla, entenderla, ni mucho menos crearla.

Trascender podría ser un buen fin, una respuesta para preguntas cotidianas que me distraen, el esfuerzo no me asusta, pero sí el vacío que viene tras él. O quizás permanecer quieto, inmóvil en la prisa por ser algo o alguien, no importa qué o quién, no importan las dignidades que caigan, está pasada de moda la coherencia, y cualquier pastilla vale si en el prospecto, como única contraindicación, aparece la humildad.


No, no tengo esa idea de cultura que me haría falta para dejar de ser como soy, lo que soy.


Siempre me ha gustado probar, quise ser campeón de todo y el mejor después, quise ganarme un lugar en la historia y he practicado multitud de estupideces en mi camino. Así pasé de campeón infantil de judo, a seminiño; de triste creído, a adulto. Y cuando me pienso viejo me asaltan dudas, ¿quiero serlo?, ¿sabré serlo?, ¿la cultura me ayudará?


Algunos libros he leído, muchos o pocos me lo preguntaba antes de ayer, hoy no lo hago, y mañana dejaré de leer, no me vaya a sentar mal. Entenderlos me lleva un tiempo y las carreras no me gustan, tragar y tragar líneas para llenar paredes no es una afición que haya heredado, más bien crecí sin aficiones entendidas, todo era lícito en un cerebro torpe de aburrimiento.


Revisar las tripas de otros siempre me parece interesante, las mías suenan y las escucho, pero las ajenas son las que de verdad me motivan. Historias escritas desde la basura que dentro de cada uno se crece, cultura de suciedad que en mi caso huele a limón, la naranja la dejo para los ortodoxos, yo de momento soy hetero.

No, no termino de visualizar su forma, de sentir su textura. Cuerpos hermosos llaman mi atención y debo repartir mi vista: un ojo por aquí, otro por allá, y siempre Jazz de recién llegado. Todo sería más fácil si el sexo fuera materia no optativa, y el culto al culo, asignatura para subir nota. Aún así, la poesía todavía me pone, y cuando estamos solos nos utilizamos masturbándonos mutuamente, aunque he de reconocer que ella me lo hace mejor.


Soy metálico
en el jardín botánico.
Con mi pensamiento
sigo el movimiento,
de los peces,
en el agua.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Para no morir en las esquinas


Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y la sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existen en nadie esa cosa que llaman corazón (...)

(...) Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchar de vino
tinto y sangre (...)

La Canción del Croupier del Missisippi
Leopoldo María Panero
Poesía completa
(1979-2000)

lunes, 14 de noviembre de 2011

Tuning art by...

Una llamada desde Nueva York. Un encargo para el Club de los negocios raros:
El MoMA ( The Museum of Modern Art ) nos necesita...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Disfrázate

foto: Dr R

Que cada monstruo cargue con sus taras. No me pidas que recicle tu basura, que tome tus pastillas; no te la voy a chupar, me lo hago solo, me quedo aquí, espero, te miro a los ojos, porquería. No me gustas, lo sé, lo sabes, no finjamos. En tu guerra yo soy el enemigo. A la mía no te invito. No queda sitio en esta cabeza para otro paranoico.

Disfrázate.