(...) También en Marte el hombre había llegado a ser demasiado humano, y no bastante animal. Los hombres de Marte comprendieron que si querían sobrevivir tenían que dejar de preguntarse de una vez por todas: ¿para qué vivir? La respuesta era la vida misma. La vida era la propagación de más vida, y vivir la mejor vida posible. Los marcianos comprendieron que se preguntaban ¿para qué vivir? en la culminación de algún período de guerra y desesperanza, cuando no había respuestas. Pero cuando la civilización se tranquiliza y se calla, y la guerra termina, la pregunta se convierte en insensata de un modo nuevo. La vida es buena entonces, y las discusiones son inútiles.
Crónicas Marcianas; 1946. Ray Bradbury
2 comentarios:
PUTA MADRE, ESE ES UNO DE MIS LIBROS PREFERIDOS, TENGO ESA MISMA EDICIÓN DE MINOTAURO.
Bienvenido Nalgón
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