Ese es el efecto del claustro. El hombre ha nacido para vivir en sociedad: separadlo, aisladlo, sus ideas se desintegrarán, su carácter se transformará, nacerán en su corazón mil sentimientos ridículos; en su espíritu empezarán a germinar los pensamientos más absurdos como las zarzas en tierra inculta. Dejad a un hombre en un bosque, se volverá una bestia; en un claustro, donde la idea de necesidad se une a la de servidumbre, es todavía peor. De un bosque se puede salir, de un claustro no se sale jamás; en el bosque se es libre, en el claustro se es esclavo. Quizá sea preciso mayor presencia de ánimo para resistir a la soledad que a la miseria; la miseria envilece, el retiro deprava. ¿Qué es mejor, vivir en la abyección o en la locura? No me atrevería a decidirlo; pero hay que evitar tanto la una como la otra.
La religiosa (La religieuse; 1780)
4 comentarios:
hay locuras llenas de inteligencia que no están muy mal
gracias por tu visita a Vivir para contarla.
Interesante el final de este post.
besos
Mónica
Me ha gustado leer el blog de un chicharrero,paisano mio,es como encontrar un amigo cuándo estás lejos de tu tierra y la echas tanto de menos....Me encanta tu blog,te visitaré más amenudo y si puedome quedaré...besos
Qué gran novela.
Del tirón, en una tarde, intrigado por ver qué sucederá al fin...
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