
Eloy Tizón
¿Qué es la felicidad?
La ausencia de miedo
Mi lucha no es contra nadie, no debería serlo.
Mi guerra no tiene contrincantes fuera de mí. Este paranoico lleva instalado ahí desde el principio, como Kafka, debo consignarlo, y así lo hago.
Aceptar lo que soy sigue siendo el único camino. Aceptar a este monstruo insomne.
No me quedan excusas, sólo actos. Pedir perdón no significa nada.
Balas para la cobardía, eso necesito.
Y mirarme a los ojos sin pestañear.
Si una novela comienza con una cita de Jim Thompson hay muchas probabilidades para que esa novela no sea mala. Si esa misma novela está escrita como un extraño cruce entre la literatura rabiosa de Thompson y la empapada de alcohol de Charles Bukowski, para los que somos seguidores de ambos escritores –más del primero que del segundo– esa novela se irá transformando a medida que la lees en una rareza que logra mosquearte. (...)
reseña del escritor Eduardo García Rojas en su blog cultural El Escobillón