Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















miércoles, 25 de enero de 2012

Derechos de autor (entre comillas)

Hace tiempo que vivo con escepticismo los discursos en defensa de los derechos de autor. Y la comprobación de que algunos gobiernos están dispuestos a una defensa activa de esos derechos no sofoca, en absoluto, ese escepticismo, más aún cuando compruebo cómo piensan defenderlos, hasta qué punto y con qué armas. Una de las razones de mi escepticismo es que, cuando referimos una y otra vez que hace falta defender los derechos de los autores, en realidad, solemos omitir que gran parte de los ingresos que se recaudan por esa vía pertenecen, no a los autores (escritores, directores de cine, guionistas, compositores musicales, etc.), sino a los editores y productores, algo que siempre me ha producido cierta extrañeza. Ponemos a los autores por delante y omitimos, obviamos o dejamos implícita la presencia de los intereses económicos de los productores culturales. Pensamos, da igual, es lo mismo. Pero no, ¿no? ¿No sería bueno que lo cuantificáramos, saber quién se juega qué según qué casos?, ¿no corremos el riesgo de actuar en nombre de unos pero en favor, sobre todo, de los otros, incluso de quienes ni siquiera hemos contemplado en esa ecuación como posibles beneficiarios de esa supuesta lucha por los “derechos de autor”? Pasan los años y seguimos poniendo a los autores por delante en toda clase de diatribas, ¿no deberíamos sospechar que pudiera haber ahí un engaño deliberado?


por Nicolás Melini

(publicado en su blog: Sugherir)

1 comentario:

Anónimo dijo...

más claro, agua