Escribo cuando necesito acallar
la infamia, la muerte de las flores,
y no sé si pido la misericordia de la Virgen
o jugar al dominó con los demonios.
Todo se vacía y vuelve a llenar
y alguien canta en los sótanos
de un calabozo
ya nadie nos defiende del idioma
la infamia, la muerte de las flores,
y no sé si pido la misericordia de la Virgen
o jugar al dominó con los demonios.
Todo se vacía y vuelve a llenar
y alguien canta en los sótanos
de un calabozo
ya nadie nos defiende del idioma
de la ciudad.
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