Mi incapacidad de pensar, de observar, de verificar, de recordar, de hablar, de convivir va aumentando cada vez más, estoy convirtiéndome en una piedra, debo consignarlo (...) No me escabullo de los hombres porque quiera vivir tranquilo, sino porque quiero sucumbir tranquilo.
fragmento de:
Cuaderno noveno; Diarios:
1 comentario:
Muy bueno. Después de convertirse en piedra, viene la erosión.
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