Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















lunes, 18 de mayo de 2009

Soliloquio del desaparecido

Sin esperanza y sin alarmas
no sé si voy o permanezco
en esta niebla que me aísla
sin odio ni misericordia

todo lo ignoro del crepúsculo
esa guirnalda de imposibles
vengo de ahogos y estropajos
antres estaba / ya no estoy

sé que he dejado de escaparme
ya no respondo a nadie / a nada
he dicho no como un tañido
como un fragor como un repique

ahora estoy solo y sin hambre
me siento ingrávido y sin sed
no tengo huesos ni bisagras
no tengo ganas ni desgana

podría ser un esperpento
un trozo de alma / un alma entera
los muebles viejos y las calles
el bosque y todos los espejos
en un instante se esfumaron
o se inhumaron / ya no cuentan

[...] hay manos tiernas en que estuve
hay llantos en la lejanía
voces que alzan siete signos
que fueron letras de mi nombre

no sé qué hice / si es que hice

en la memoria falta un río
faltan afluentes / hay apenas
un arroyito que es de sangre

todo se borra / por lo pronto
me desvanezco / vuelvo al limbo
así / sin más / desaparecen
algunos desaparecidos
La vida ese paréntesis



2 comentarios:

FraCon dijo...

La poesía suele no gustarme, pero cosas como Ésta me hacen replantear mis gustos.

Pepe/ JRamallo dijo...

Pues sí, este soliloquio del desaparecido es muy bueno, es Benedetti el vidente; y hoy me atrevo a recomendarte su libro La Vida ese Paréntesis.
Saludos