Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















jueves, 24 de septiembre de 2009

La hermandad de la uva


(...) Entré en el cuarto de baño para afeitarme. La cara que vi en el espejo era la de un loco de atar. El paso del tiempo ya no traía paz, sino fealdad, ojos surcados de venas, bolsas en los carrillos. Eché un vistazo a la cama deshecha en la que habíamos vivido la imperfecta sesión de amor, las almohadas aplastadas, las sábanas arrugadas. Tenía el mismo aspecto que la cama de mis padres cuando yo tenía siete años, y recordaba que había odiado a mi padre, por el olor rancio de sus puros y por los pantalones de faena tirados grotescamente en el suelo, y que había deseado matarlo.
La hermandad de la uva (1977)