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lunes, 16 de noviembre de 2009

Una vida sin principios

(...) Los caminos por los que se consigue dinero, casi sin excepción, nos empequeñecen. haber hecho algo por lo que tan solo se percibe dinero es haber sido un auténtico holgazán o peor aún. Si un obrero no gana más sueldo que el que paga su patrón, le están engañanando, se engaña a sí mismo. Si ganaras dinero como escritor o conferenciante, sería que eres popular, lo cual indica un descenso perpendicular. Esos servicios por los que la comunidad está más dispuesta a retribuir, son los más desagradables de cumplir. Se te paga para que seas menos que un hombre. Normalmente el estado no recompensa a un genio con más benignidad. Incluso el poeta laureado preferiría no tener que ensalzar los incidentes de la realeza. Se le tiene que sobornar con un tonel de vino, y tal vez se aparte de su musa a otro poeta para que beba en ese mismo tonel (...)
Si tuviera que vender mis mañanas y mis tardes a la sociedad, como hace la mayoría, estoy seguro de que no me quedaría nada por lo que vivir. Confío en que jamás venderé mi primogenitura por un plato de lentejas; lo que pretendo sugerir es que un hombre puede ser muy trabajador y en cambio no emplear bien su tiempo. No hay mayor equivocación que consumir la mayor parte de la vida en ganarse el sustento. Todas las grandes empresas se automantienen. El poeta, por ejemplo, debe alimentar su cuerpo con la poesía al igual que la máquina de vapor del aserradero alimenta sus calderas con las virutas que produce. Debéis ganaros la vida amando. Pero lo mismo que se dice de los comerciantes que noventa y siete de cada cien fracasan, así la vida de los hombres medida por este patrón es generalmente un fracaso y se puede predecir el desastre (...)
Haber nacido heredero de una fortuna y nada más, no es nacer sino nacer muerto. Que a uno lo mantenga la caridad de los amigos o una pensión del gobierno, supuesto que se sigue respirando, no importa que hermosos sinónimos se empleen, es entrar en un asilo.
Life without principle (título original; 1863)
Desobediencia civil y otros relatos (alianza editorial)




3 comentarios:

Marta Noviembre dijo...

hola

Benito dijo...

Bueno, Jose, ya que estás metido con Thoreau, te recomiendo que leas las páginas del "Walden" -edición de Cátedra a ser posible- en las que habla de los clásicos griegos. Se trata de una muy bella reflexión. Un saludo.

Pepe/ JRamallo dijo...

Sí, lo sé, está en la lista, pero con este hombre debo ir despacio porque de cada cuatro líneas una tengo que subrayarla