Ellos



¿Qué es la felicidad?

La ausencia de miedo

















jueves, 15 de diciembre de 2011

Fumando espero...



(...) Irene lleva puesto un vaquero apretado y una camiseta que deja a la vista su ombligo. Cuando llegó al lugar donde habíamos quedado, lo señaló y me dijo: mira, es un piercing, ¿te gusta?, me lo he puesto por ti, a ti te gustan estas cosas, ¿verdad? No sé de dónde habrá sacado esa idea, no recuerdo haber dicho nada al respecto en las cuatro citas anteriores, sólo dije que no me importaría hacerme un tatuaje, sólo eso, pero la verdad es que esa bolita de plata no le queda nada mal.

Sigue hablando. Parlotea como una urraca creída pavo real, parece estar haciendo un resumen de todas las mentiras cotidianas, de toda su basura diaria. Habla y me mira y hace gestos con las manos. Pretende que yo me la crea sin anestesia, sin alcohol, aquí y ahora, a media tarde, con sólo un café en el estómago. Suerte para los dos que sólo tengo eso en el estómago.

(...) Hormigas me suben por los pies. Desde que nos hemos sentado aquí no me he movido, y no tengo reloj, nunca lo he tenido, pero aseguro que esta mujer lleva hablando sin para alrededor de cuarenta terribles minutos.

¿Cuántas cosas se pueden hacer en ese tiempo? Ya me han llegado a los muslos, son pequeñas y negras, éstas no muerden, creo, pero no estoy seguro. Por si acaso me las sacudo y sigo...

Ensalada de canónigos (Ed Idea, 2009)

JRamallo

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