Cruzo los dedos para que pase algo. Miro a mí alrededor buscando pieza. Quiero bronca pero no encuentro. Sólo calles tranquilas. Silencio en bancos de madera verde. Perros que pasean tirando de mujeres mayores. Cucarachas con calor. Palmeras con frío. Fuentes sin agua.
-¡Cállate!, ¿me oyes? ¡Cállate! ¿Podrás estar callada diez minutos; cerrar ésa maldita boca?
Pelear con una mujer siempre me recuerda a mi madre. A puertas rotas y paredes con marcas de nudillos. Ella me enseñó a odiarlas y yo aprendí bien. Nunca le pegué, y es por eso que ahora me sobran unos cuantos puñetazos.
Necesito tirar un par de golpes. Escribir lo que sea. Llenar una hoja de tachones y coger aire profundo. Caminar un buen rato y cruzar los dedos para que pase algo. Para que al llegar a casa ella esté dormida y mi sudor frío. Para que mañana pueda ser otro día y ésta, quizás, otra noche.
4 comentarios:
Yo cruzo los dedos para que no pase algo.
Sí, a veces las mujeres somos un coñazo.
PSICO
ANAL
ISIS
pruébalo, es divertidisimo.
Yo también cruzo los dedos para que pase todo o no pase nada.
Yo tb aprendí a odiar a las mujeres peleándome con mi madre.
Pero luego algunas otras mujeres me enseñaron a amar a algunas mujeres...porque hay otros días, otras noches y, por supuesto, otras mujeres.
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